Hicimos parte del Camino Primitivo, desde Oviedo hasta Lugo. Es uno de los caminos menos transitados, quizá porque es uno de los más agrestes... pero el esfuerzo ha valido la pena. Todo el día yendo de un valle a otro (sube valle, baja valle, sube valle, baja valle...), por unos recorridos fantásticos (excepto cuando tocaba ir por la carretera, no me gustaba nada), y en algunos lugares la senda era tan estrecha que sólo podíamos pasar de uno en uno.
Lo mejor de la gente del Camino ha sido nuestro "adoptado", lo conocimos el tercer día y desde ese instante formó parte de nuestro grupo hasta el final.
Hemos tenido mucha suerte porque hemos dormido en los albergues, normalmente pese a que son muy pequeños (desde 12 hasta 44 plazas) encontrábamos cama libre, y el que más me gustó fue el que se ubica en las dependencias del Monasterio de Cornellana. También dormimos un día en un hórreo porque no encontramos sitio en el albergue, y otro día en un hostal porque teníamos claro que a la hora que íbamos a terminar la etapa era seguro que el albergue estaría completo.
La vida en los albergues no es para los dormilones porque empieza a las 6 de la mañana. A partir de esa hora algunos ya se iban a caminar con sus linternas. Muchos albergues debían estar libres a las 8. Y por las noches había algo de vida social porque ya nos íbamos conociendo los caminantes de días anteriores pero normalmente a las 11 ya reinaba un silencio sólo interrumpido por los ronquidos de algunos. Yo terminaba tan cansada cada día que si alguien roncó yo no me enteré.
Algunas fotos y sus comentarios...
Se sale a andar de noche...
... y se sigue de día...
... con lluvia...
Vas por la orilla de ríos...
... y por los valles...
Si quieres ir de un sitio a otro:
sube valle, baja valle, sube valle... y así uno detrás de otro.
La frase de cada día era:
todo lo que baja ¡¡¡SUBE!!! y todo lo que sube, baja.
Si quieres ir de un sitio a otro:
sube valle, baja valle, sube valle... y así uno detrás de otro.
La frase de cada día era:
todo lo que baja ¡¡¡SUBE!!! y todo lo que sube, baja.
Paisajes mágicos, me sentí muchas veces una niña dentro de un cuento de hadas
Vacas, vacas, vacas... por todas partes
A veces la sensación era estar caminando en medio de la nada...
me pregunto cómo lo resistían los peregrinos antiguamente.
me pregunto cómo lo resistían los peregrinos antiguamente.